Las aportaciones de eruditos y críticos en los últimos años han venido a confirmar el valor excepcional del libro de Juan Bautista Avalle-Arce, catedrático de la Universidad de North Carolina, eminente cervantista y profundo conocedor de nuestro Siglo de Oro. El presente estudio, cuya segunda edicion hoy presentamos enriquecida por la ininterrumpida labor investigadora del autor desde 1959 -fecha en que vio la luz por primera vez-, constituye, pese al breve tiempo transcurrido, una contribucion ya clasica y fundamental para el conocimiento del tema. Antecedentes literarios, estudio completo de la Diana de Montemayor y sus variadas continuaciones, autores raros no por secundarios menos significativos dentro del genero (Galvez de Montalvo, Mercader, Lofrasso, Lopez de Enciso, Gonzalez de Bobadilla, Covarrubias Herrera, Bernardo de la Vega, etc.), un interesante analisis de las censuras y vueltas a lo divino de esta literatura profana, asi como de las influencias italianizantes a que se vio sometida, son la tematica ya de suyo apretada de la primera edicion, que ahora incorpora, en cada uno de sus capitulos, como autentica puesta al dia de su trabajo, los nuevos datos reunidos por el autor en estos ultimos años, ademas de un estudio sobre Pastor de Iberia, original por el descubierto y hasta hoy desconocido.
EUNSA. EDICIONES UNIVERSIDAD DE NAVARRA, S.A. 9788431318000
La Épica renacentista hace su magnifico estreno en Italia y los nombres de Boiardo, Ariosto y el Tasso sonaron por toda la Europa occidental y sus epopeyas fueron los modelos establecidos e imitados en todas las lenguas romances. Pero la experiencia americana de España, ajena por completo a los temas cantados en dicha epopeya, busca expresión literaria y la halla en forma destacadísima en la Épica renacentista peninsular. Las epopeyas de tema americano forman una larga lista, encabezada por los nombres de don Alonso de Ercilla y Zúñiga. Ercilla luchó en Chile contra los valientes indios araucanos y sus experiencias militares forman la médula de su viril poema. La conquista de México también tuvo su expresión épica, y las preocupaciones religiosas del Nuevo Mundo se expresaron en el mismo género literario. La Épica colonial constituye por tanto un importante capítulo de la historia literaria de los siglos de oro, aunque poco estudiado.