Samuel Centeno descubre un día que dentro de sí se ha operado un cambio significativo. Pero quizá, más que de una mutación interior, se trata del primer atisbo de una sutil desconexión que desde siempre ha existido entre su intelecto y algo que, a falta de un mejor vocablo, no puede sino definir como su propia alma. Esto le lleva a dar inicio a un diario en el que ira incluyendo episodios, acontecimientos y reflexiones desde perspectivas nunca antes abordadas. El inquietante reencuentro casual con un enano, antiguo compañero de colegio, sera el punto de partida de una serie de experiencias que introduciran a Samuel en una espiral de confusion, incertidumbre, ira y violencia que poco a poco ira erosionando los otrora solidos cimientos sobre los que parecia estar asentada su comoda existencia. Su carrera como director cinematografico, su matrimonio, familia, amigos... todo parece irse resquebrajando de manera inexorable ante sus propios ojos, y este diario, en el que inicialmente queria dejar plasmado su lucido estado de conciencia, parece mas bien querer convertirse en su propio enemigo.
Mílkor AcevedoIván Rodríguez es un canario de treinta y dos años que trabaja en un refugio de animales abandonados en las afueras de Barcelona. La mayor parte de la jornada laboral la dedica a jugar al solitario en el ordenador, pasear con una vieja perra con Alzheimer y charlar sobre temas seudofilosoficos con Nuria, su compañera de trabajo. Pero entre charla y charla Ivan se dedica a repasar a camara rapida, como si de una pelicula resumida se tratase, la historia de su vida, y lo que ve no le gusta. Ha sido la suya, a pesar de su corta edad, una vida signada por la ininterrumpida busqueda de salidas de emergencia por las que poder escapar de sus constantes fracasos y derrotas, principalmente en el plano sentimental. Es asi como comienza a rememorar los avatares de su ultimo desastre amoroso, el cual estuvo marcado por la necesidad y la imposibilidad de escoger entre dos mujeres: Carolina, afamada estrella madrileña de peliculas pornograficas con la que convivio durante los ultimos cuatro años, y Lotta, estudiante sueca de filosofia y militante feminista que conocio en el bar de Barrio Gotico donde trabajaba anteriormente. Sintiendose prematuramente viejo, cansado y desilusionado, Ivan decide una vez mas seguir sus instintos y emprender un nuevo escape, esta vez a un campo de recogida de fresas en un pueblo de Dinamarca. Alli le esperan nuevas sorpresas, numerosos descubrimientos y algunas decepciones de las que se defendera, como siempre, haciendo uso de su inagotable buen humor.