Ricardo Labra (Langreo, 1958) es autor del libro de relatos, La llave (Ediciones Trea, 2006) y de varias antologías y estudios literarios, como Muestra corregida y aumentada de la poesía en Asturias, Las horas contadas (Ultimos veinte años de poesia española) y Una lectura emocional de la poesia de Angel Gonzalez. Anteriormente al libro que el lector tiene en sus manos, Hernan Cortes, n.º 10, ha publicado los libros de poesia La danza rota, Ultimo territorio, Codigo secreto, Aguatos, Tus piernas y Los ojos iluminados.Concebido y escrito como un solo poema en diecisiete fragmentos tras la muerte del padre, registra el vacio dejado por este, pero tambien su permanencia y continuidad en la semejanza y la contraposicion de dos biografias: No quiero parecerme a ti, / pero mi negacion afirma / tu semejanza.
La treintena de relatos que componen La llave, más allá de su breve y depurado artificio literario, son reflejo y suma de las obsesiones y preocupaciones literarias de ciertas tradiciones presentes en las letras universales: la memoria individual y colectiva como sustrato literario, la sintaxis que se establece entre lo vivido y lo imaginado, la representacion de la partida que jugamos con el tiempo, la mascara que se muda ante el espejo... La literatura, lejos de ser una conquista de lo imaginario, es un asalto del propio lector a la realidad a traves del texto.
Un libro que debe leerse como el autocuestionamiento crítico de un escritor familiarizado con muchas tradiciones literarias, con sus mitos y sus literaturas, pero también con nuestra actualidad libresca que, con ironica lucidez, Labra analiza, interroga y cuestiona: El escritor no es un deportista y la literatura tampoco un deporte; de ahi que el lector sensible se sienta degradado ante los grotescos campeones de la escritura.