Sara Codina (Barcelona, 1979) es una mujer emprendedora, inquieta y soñadora que ha vivido prácticamente toda su vida siendo autista sin saberlo: a los 41 años le diagnosticaron un trastorno del espectro del autismo (TEA) de nivel 1. Es directora de la Escuela de Música Joan Llongueres de Barcelona y madre de dos niños gemelos.
Lleva el blog Mujer y Autista, donde habla de su experiencia con el objetivo de eliminar estigmas, romper mitos y poder ayudar a otras personas que se encuentran en la misma situación, y organiza las jornadas Autismo Invisible en Primera Persona.
Interviene en medios e imparte conferencias y charlas para concienciar del aspecto social del autismo: la importancia del diagnóstico, el problema de la inclusión y cómo afecta a cada una de las facetas de la vida, como la alimentación, el deporte, la maternidad o la familia.
Su cuenta de Instagram, @mujeryautista, reúne a una comunidad de más de 50.000 personas.
Más información en https://mujeryautista.com
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«Toda mi vida he sentido que soy diferente. De niña, fui tirando, pero con los años acumulé un montón de ansiedad, mucha tensión; estaba agotada de vivir tratando de ser como los demás y cargando con la frustración de no lograrlo.»Después de décadas buscando respuestas a porqués que pesaban demasiado, a los 41 años Sara Codina recibió un diagnóstico de autismo y por fin las piezas de ese puzzle que parecía imposible de resolver empezaron a encajar: ese día pudo poner nombre a lo que le pasaba, ese día descubrió que no estaba rota ni defectuosa.En Neurodivina y punto recoge toda esta experiencia en primera persona, dividida en tres grandes bloques: La vida siendo autista sin saberlo: introversión, invisibilidad, ansiedad, hipersensibilidad, miedo. El diagnóstico. La bofetada de realidad: duelo, comprensión y situaciones cotidianas.Todo ello lo cuenta con cercanía y honestidad, haciendo gala de un sentido del humor envidiable y siempre apelando a la empatía, al respeto y a la diversidad; porque, nos guste o no, vivimos en una sociedad de naturaleza diversa y todos tenemos el mismo derecho a ser sin sentirnos juzgados.«Soy Sara, soy autista y neurodivina. Esta es mi historia y mi lucha. ¿Me acompañas?»
«Toda mi vida he sentido que soy diferente. De niña, fui tirando, pero con los años acumulé un montón de ansiedad, mucha tensión; estaba agotada de vivir tratando de ser como los demás y cargando con