De entre las Artes tradicionales Marciales de Japón, el Iaido y el Kyudo sean tal vez las que más misterio y encanto guardan a ojos de los Occidentales. En ambos casos, ls "inutilidad" de su práctica en términos de eficacia (tan perfectamente puesta en escena en la primera entrega de Indiana Jones), sea paradójicamente la verdadera clave de su lenta pero imparable penetración. Las cosas "inútiles" son las mejores para que el Zen las inunde con su filosofía del vacío. El Iaido se ha convertido, en consecuencia, en una auténtica meditación guerrera. La espada sale desde el silencio interior del laidoka. El enemigo es uno mismo, pues la técnica es sólo la antesala de su verdadera práctica. ¿Cómo vaciarse de tensiones y estar receptivo para fluir sin interferencias? La respuesta de la tradición es solo una: ¡Práctica, práctica y práctica! En Occidente existen muy pocos tratados sobre esta materia, por ello es un placer para mi presentar el trabajo de este reconocido Maestro y monje Shugendó, Sueyoshi Akeshi. Su talento en el uso de la espada no es ajeno a su intensa búsqueda interior y fruto de sus logros, ha desarrollado un sistema cuya metodología subyace en la misma formulación técnica de su Arte. Sueyoshi nos propone la práctica dé unas formas (kata) esencialmente provenientes de dos escuelas opuestas y complementarias, una mas rígida, la otra mas creativa. A través de su experiencia ha integrado lo mejor de ambas en su propio estilo, el Mugenkai. Una mezcla de exquisito respeto por la tradición en lo que a su esencia fundamental concierne y de libertad para ejecutar los movimientos de forma fluida. Me parece pues, que tal acercamiento es el más adecuado para nosotros occidentales, en la medida que las referencias culturales japonesas, por mas conocidas que puedan ser, chocante frente a nuestra idiosincrasia. (Alfredo Tucci)
BUDO INTERNATIONAL PULISHING COMPANY, S.L. 9788492484928
En este nuevo trabajo el Maestro Sueyoshi Akeshi nos ofrece treinta y cuatro kumidachi fukuroshinai, 5 de bokken y 10 Yari ejecutados al más alto nivel, con movimientos extremadamente rápidos y precisos. El Yari tiene la virtud de compensar el trabajo del entrenamiento con katana, equilibrando y fortaleciendo el cuerpo de forma que mejora incluso nuestra habilidad con ella de forma indirecta. Sin embargo el Yari es un arma con su propia técnica e idiosincrasia, y merece todo un apartado específico en su entrenamiento. Recomiendo vehemente esta obra de arte única que nos llega directamente de manos del Maestro Sueyoshi Akeshi, que no deja de impresionarnos no sólo con su extraordinaria y poco común técnica, como así también con sus infinitos conocimientos en materia de las Artes Marciales. Pero lo mejor es que este maravilloso ser humano no pretende guardarse secreto alguno... Yo me siento honrado por ser uno de sus alumnos más antiguos. Para quienes no comparten la misma suerte, esta es una oportunidad que no se puede perder, con la seguridad de que la palabra desilusión no entrará en el vocabulario de quienes adquieran esta obra para agregar al amplio arsenal de conocimientos que nos es proporcionado por este verdadero Maestro que tiene una profunda voluntad de hacernos partícipes de ellos.
BUDO INTERNATIONAL PULISHING COMPANY, S.L. 9788492484201
En Occidente existen muy pocos tratados sobre esta materia, por ello es un placer para mi presentar el trabajo de este reconocido Maestro y monje Shugendo, Sueyoshi Akeshi. Su talento en el uso de la espada no es ajeno a su intensa búsqueda interior y fruto de sus logros, ha desarrollado un sistema cuya metodología subyace en la misma formulación técnica de su Arte. Sueyoshi nos propone la práctica de unas formas (kata) esencialmente provenientes de dos escuelas opuestas y complementarias, la una más rígida, la otra más creativa. A través de su experiencia ha integrado lo mejor de ambas en su propio estilo, el Mugenkai. Una mezcla de exquisito respeto por la tradición en lo que a su esencia fundamental concierne y de libertad para ejecutar los movimientos de forma fluida. Me parece pues, que tal acercamiento es el más adecuado para nosotros occidentales, en la medida que las referencias culturales japonesas, por más conocidas que puedan ser, chocan de frente con nuestra idiosincrasia.