El romántico descubrimiento accidental en 1985 del fullereno C60, denominado por algunos "la molécula más hermosa"; y por otros como "la esfera celestial que cayó a la Tierra", fue un hito central en el desarrollo de la joven nanociencia. Abrió el camino a los nanotubos de carbono, hilos diminutos, los cuales, con su combinación de atractivas propiedades, han protagonizado una explosión de interés casi sin precedentes en la comunidad científica. Aquí se ofrece al lector curioso un paseo por el pasado, presente y brillante futuro de estos materiales revolucionarios en un lenguaje claro y entretenido.
gracias a los conocimientos adquiridos y al desarrollo de técnicas de generación controlada, han adquirido una enorme relevancia para multitud de avances científicos y procesos tecnológicos, entre los que se pueden mencionar la iluminación de bajo consumo o las pantallas de los televisores