Texto de incierta ubicación dentro de la extensa, apresurada y fragmentaria obra de Mijaíl Bakunin (1814-1876), "Dios y el Estado", escrito en 1871, no tardó en tomar vida y autonomía por sí solo, hasta el punto de convertirse en uno de los manifiestos fundamentales del pensamiento anarquista y un clasico del pensamiento politico. Animado por sus tres pilares programaticos (la abolicion de las formas de explotacion, el ateismo y el antiautoritarismo), el autor formula una vehemente defensa de la libertad del ser humano y de su derecho a organizarse socialmente fuera del yugo que supone la autoridad de Dios, en primer lugar, y, en segundo, del Estado que, con las revoluciones liberales del siglo XIX, viene a ocupar el lugar que aquel ostento desde tiempos remotos. Aun cuando el mundo haya cambiado mucho, sobre todo en sus formas externas, desde que este texto fuera dado a conocer, y hoy parezcan dominar las grandes corporaciones con ayuda de la tecnologia, las palabras de Bakunin emiten todavia un mensaje cuyas corrientes profundas siguen despertando eco y moviendo a la reflexion.Introduccion de Jordi MaizTexto de incierta ubicación dentro de la extensa, apresurada y fragmentaria obra de Mijaíl Bakunin (1814-1876), "Dios y el Estado", escrito en 1871, no tardó en tomar vida y autonomía por sí solo, hasta el punto de convertirse en uno de los manifiestos fundamentales del pensamiento anarquista y un clasico del pensamiento politico. Animado por sus tres pilares programaticos (la abolicion de las formas de explotacion, el ateismo y el antiautoritarismo), el autor formula una vehemente defensa de la libertad del ser humano y de su derecho a organizarse socialmente fuera del yugo que supone la autoridad de Dios, en primer lugar, y, en segundo, del Estado que, con las revoluciones liberales del siglo XIX, viene a ocupar el lugar que aquel ostento desde tiempos remotos. Aun cuando el mundo haya cambiado mucho, sobre todo en sus formas externas, desde que este texto fuera dado a conocer, y hoy parezcan dominar las grandes corporaciones con ayuda de la tecnologia, las palabras de Bakunin emiten todavia un mensaje cuyas corrientes profundas siguen despertando eco y moviendo a la reflexion.Introduccion de Jordi Maiz
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