Carolina Otero Belmar (Valencia, 1977) es licenciada en Filología Hispánica e Inglesa y profesora de Lengua y literatura en un instituto de educación secundaria. Ha publicado los siguientes libros de poesía: Versos para un hombre de pero en pecho, Anunciado en televisión, 43 m2, Balada del rímel corrido, No te hagas el muerto, La pena y el blíster (plaquette), Piscina fuera de temporada y Curso avanzado de perra, por el que obtuvo el Premio de Poesía Irreconciliables en 2021. Faber Andorra le concedió una residencia artística en La Massana para llevar a cabo Indoeuropeu de colps (2024), proyecto interdisciplinar de videopoesía y música sobre las violencias contra la mujer. En cuanto a su faceta musical, funda el proyecto de cantautora alt rock con banda Carolina Otero & The Someone Elses en 2009. Popalina (No Aloha Records, 2023) es su quinto álbum. El jurado ha valorado en El día que dejamos de ver porno la desinhibición, el lirismo y una voz incisiva que, con una buena dosis de ironía, deja en evidencia el poder masculino y la asimetría, con un lenguaje que rompe sintaxis y estructura, y se extiende con brillantez durante todo el libro.
Ficha técnica
Editorial: Hiperion
ISBN: 9788490022702
Idioma: Castellano
Número de páginas: 98
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 19/11/2025
Año de edición: 2025
Plaza de edición: España
Alto: 14.0 cm
Ancho: 20.0 cm
Peso: 156.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Carolina Otero
Carolina Otero. Más conocida como «La Bella Otero», Carolina Otero nació en un pueblecito gallego de la España de 1868. Fue quizás la más destacada artista y cortesana de la Belle Époque. Su belleza e indudable talento para la danza, la interpretación y el canto la llevaron a la cima de la alta sociedad parisina, donde cautivó a prominentes figuras de la plutocracia mundial y también a reyes de las más importantes casas europeas, como Eduardo VII de Inglaterra, el zar Nicolás II y Alfonso XIII de España. Deslumbró en los escenarios de Europa con su gracia y sensualidad, convirtiéndose en un símbolo de la época. Su vida desmedida y extravagante estuvo marcada por turbulentos amores y escándalos (que incluyen una cantidad importante de suicidios de enamorados). Falleció en 1965 en completa ruina, aunque disfrutando de una pequeña pensión del Casino de Montecarlo, en cuyos tapetes había dejado una auténtica fortuna. Sigue siendo, pese a los años trascurridos, una de las mujeres más enigmáticas e icónicas de su tiempo.