Violenta, dura e implacable, Santuario fue concebida por William Faulkner (1897-1962) con el único propósito de ganar dinero. Sus tres personajes principales: el idealista Horace Benbow, la joven Temple Drake, víctima no del todo inocente, y el gánster Popeye, encarnación del vicio y del mal, son tres piezas más del complejo y fascinante rompecabezas que es el imaginario condado de Yoknapatawpha. A través de ellos, Faulkner, que recibió el premio Nobel de Literatura en 1949, profundiza, en un tono trágico, pesimista y desesperanzado, no exento de humor, en los aspectos más sombríos del alma humana.
Nació en 1897 en Oxford, al Sur de Estados Unidos, donde vivió siempre. Toda su obra está inspirada en las gentes, el carácter y las leyendas de estas tierras del Sur, que recreó bajo el nombre de Yoknapatawpha. Pasó por numerosos oficios (aviador, lavaplatos, fogonero, guionista de Hollywood), que le permitieron obtener un ancho conocimiento de la sociedad en la que creció. Recibió el premio Nobel de Literatura en 1950. Murió en el verano de 1962, en su casa de Oxford, rodeado del mundo en que siempre había vivido y que tan bien supo expresar. Algunas de sus obras: El ruido y la furia, El villorrio, La ciudad, La escapada, La mansión, Luz de agosto, Pilón, Santuario, Una fábula.