Sinopsis de VIDAS CONSTRUIDAS: BIOGRAFIAS DE ARQUITECTOS (2ª ED.)
El más célebre artista del Renacimiento, Miguel Ángel, renació enamorado de un joven cuando
tenía cincuenta años. Bernini se quemó la pierna delante de sus ayudantes para que éstos
conocieran el rostro del sufrimiento y pudiesen después cincelar a san Lorenzo. Un criado degolló
a la segunda mujer de Frank Lloyd Wright y prendió fuego a la casa que el arquitecto había
construido para ella; a partir de ese incendio Wright resurgiría hasta tres veces de las cenizas. En
la Viena finisecular, el joven Adolf Loos se convirtió en mecenas de Arnold Schönberg y en el
primer coleccionista de los extraños retratos que pintaba Oscar Kokoschka. El escocés Charles
Rennie Mackintosh se lo debía todo al té y casi todo lo perdió con el whisky. El mayor proyecto de
Antonio SantElia fue un cementerio del que él sería el primer ocupante. Antoni Gaudí dirigió
personalmente, desde el Passeig de Gràcia barcelonés, la colocación de todas y cada una de las
piezas que formarían la fachada de La Pedrera. Durante la I Guerra Mundial, Walter Gropius
permaneció tres días sepultado entre los escombros de una casa en ruinas y durante la segunda
contienda Alvar Aalto trabajó para el servicio de espionaje de su joven país. El finlandés vivió lo
suficiente como para alcanzar la gloria en vida y demasiado como para mantenerla.