"Vientres de alquiler llama a las cosas por su nombre para evitar que la sociedad acabe comprando —
gracias a publirreportajes pagados o testimonios edulcorados— lo que hay de verdad en un negocio
patriarcal que se vale de conceptos manipulados para que sean aceptables en la moral pública y
esconder la realidad que hay detrás de las palabras que estamos utilizando. “Hablar de gestación
subrogada, de padres comitentes, o de producto, no es lo mismo que hablar de vientres de alquiler,
padres contratantes o niños y niñas mercantilizados. Cuidadosamente se escogen los vocablos más
dulces y aceptables para que el conjunto de la sociedad vea admisible una realidad que, si
describiéramos con total objetividad y sin las metáforas que nos ofrece la riqueza del lenguaje, sería
simplemente insoportable para cualquier persona mínimamente empática con el resto de seres
humanos que formamos la comunidad universal”, añade la autora. El libro cuenta con las
aportaciones imprescindibles de voces expertas como la filósofa Alicia Miyares, la periodista y
presentadora de El Intermedio Sandra Sabatés y el profesor de Humanidades de la Universidad
Pompeu Fabra, Manel Ollé."
Ficha técnica
Editorial: Loquenoexiste
ISBN: 9788494930133
Idioma: Castellano
Número de páginas: 192
Tiempo de lectura:
4h 31m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 14/01/2019
Año de edición: 2019
Plaza de edición: Es
Colección:
Talento femenino
Talento femenino
Alto: 21.0 cm
Ancho: 15.0 cm
Especificaciones del producto
Escrito por NURIA GONZALEZ
Núria González es licenciada en Derecho y Máster en Derechos Humanos por la UNED con especialidad en Bioética. Es miembro de los Servicios Jurídicos de la UGT de Catalunya y del Turno de Oficio de Violencia de Género en Barcelona. También trabaja como asesora jurídica para varios ayuntamientos en Barcelona y Tarragona. En 2013 se fue a vivir a México donde trabajó dentro del movimiento feminista mexicano a favor de los derechos humanos de las mujeres en varios estados de la república, especialmente en el Estado de México, donde trabajó en programas del gobierno estatal para el diagnóstico y la mejora de la situación de las mujeres presas en las cárceles del Estado de México. También trabajó para varias organizaciones de mujeres indígenas, lo que la llevó en 2014 a ser Jueza del Tribunal de Derechos Humanos de las Mujeres Indígenas en la Conferencia Mundial de los Pueblos Indígenas de la ONU. En México fundó L’Escola AC, organización pro derechos humanos que preside, y que tiene sede en España. Desde 2017 ha estado dando voz a mujeres desprotegidas como en el caso de Juana Rivas; presionando al gobierno para que se evite la legalización de un sindicato de proxenetas o exigiendo que se cumpla la ley para que los ricos dejen de comprar a mujeres pobres para tener hijos a la carta.