Simon Wiesenthal (1908-2005), arquitecto y contable de profesión, superviviente del campo de Mauthausen-Gusen, dedicó la mayor parte de su vida a localizar e identificar a criminales de guerra nazis que se encontraban fugitivos para llevarlos ante la justicia. Entre los criminales de guerra que fueron capturados, gracias a sus investigaciones, se encuentran Adolf Eichmann, el principal promotor de la Solución Final; Karl Silberbauer, el oficial de la Gestapo que fue responsable del arresto de Ana Frank y su familia; o Franz Stangl, comandante de los campos de concentración de Treblinka y Sobibor. También estuvo detrás de Josef Mengele, pero se escapó al momento de encontrar en Buenos Aires a Adolf Eichmann en 1959.
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Un día, mientras estaba recluido en un campo de concentración alemán, Simon Wiesenthal fue conducido desde su puesto de trabajo hasta el lecho de un miembro de las SS que estaba a punto de morir. Atormentado por los crímenes en los que había participado, el soldado quería confesarse y obtener la absolución de labios de un judío. Este extraño encuentro y el dilema moral que le produjo desencadenó una serie de cuestiones morales sobre la posibilidad y los límites del perdón. ¿Podemos y debemos perdonar a un criminal arrepentido? ¿Podemos perdonar los crímenes cometidos contra los demás? ¿Cuál es la deuda que tenemos con las víctimas? Veinticinco años después, Wiesenthal preguntó a un grupo de famosos intelectuales qué hubieran hecho en su lugar. Una vez recopiladas todas las respuestas en un volumen, éste se convirtió en un clásico de la literatura sobre el Holocausto y en una piedra de toque del debate moral entre las distintas religiones. Esta edición revisada incluye cuarenta y seis respuestas (diez de ellas extraídas del libro original) aportadas por eminentes teólogos, líderes políticos, escritores, juristas, psiquiatras, activistas pro derechos humanos, supervivientes del Holocausto y testigos de los genocidios de Bosnia, Camboya, China y Tíbet. Sus respuestas reflejan a la perfección sus diferentes doctrinas --judía, católica, budista, musulmana, secular y agnóstica-- y nos recuerdan que la pregunta que Wiesenthal les planteó nunca podrá limitarse a los acontecimientos del pasado.
La caza de los criminales nazis fue la causa principal para el legendario Simon Wiesenthal, cuyas investigaciones llevaron ante la justicia a más de 1.100 responsables del holocausto durante la Segunda Guerra Mundial. Pero, mientras él estaba a punto de cerrar el cerco sobre un nazi prófugo, dos judíos sobrevivientes se presentaron ante él y le pidieron abandonar la pista de este criminal de guerra. ¿Cuál es el estremecedor vínculo de esta pareja con el perseguido? ¿Cuál fue el secreto que esta pareja necesitaba mantener? Wiesenthal depuso su férrea voluntad de justicia en este caso finalmente, para que pudiera continuar esta historia de amor, comenzada en los campos de exterminio. Mediante nombres ficticios, Simon Wiesenthal narra esta historia real sin ignorar el horror de su entorno histórico, pero también transmitiendo al lector la profunda humanidad de los sentimientos de sus protagonistas.