Homenaje, arte poética y gozo se unen en estelibro único, exquisito y feliz, en el que los textos componen un correo milagroso con las obras y los autores que formaron la biblioteca de nuestra infancia y adolescencia. Esta maravillosa correspondencia incluye una reflexion acerca del oficio de la escritura, que estimula una (re)lectura de los clasicos de la literatura universal entre los que, en breve, estara la obra de la misma Maria Negroni. Federica Rocco En estas Cartas extraordinarias Maria Negroni ilumina el mundo en que vivieron y crearon Louisa May Alcott, Emilio Salgari, Charles Dickens, Mark Twain, Jack London y tantos otros grandes del siglo XIX, cuyas narraciones seran siempre nuestro ADN sensible, las marcas que han dejado en nuestro corazon aquellas primeras lecturas. Correspondencia cuidadosamente apocrifa, a veces improbable, o imposible por anacronica, a veces incluso dirigida a personajes de ficcion que, sin ignorar las circunstancias biograficas, historicas y sociales, emprenden, casi con saña, una empedernida reflexion en torno a los costos y peligros de la escritura.La critica ha dicho: Cartas extraordinarias es una gran mentira, pero una de esas que ocultan verdades. [] En sus paginas se traza el itinerario de un viaje interno, sin movimiento, a ese lugar llamado infancia, que habita el propio cuerpo y cuyas coordenadas aun hoy nos resultan misteriosas. Vale la pena emprender es aventura -sin ataduras de espacio- a un tiempo inmortal donde el niño ya adulto ordena su infancia en la cueva de la escritura. Luciana Olmedo-Wehitt Este libro es un colmo. [] Todo Parnaso, parece decir Negroni, puede ser saqueado y debidamente combinado, con la alquimia de una pluma en llamas, producir un relampago, que en este caso seria una carta, pero que en verdad es un nuevo genero literario.Adrian Ferrero Creo que la palabra costos sintetiza bien el diccionario de heridas que esta correspondencia recorre. Me refiero a ese pacto a contramano que la literatura firma con (o contra) el mundo de los intercambios financieros y materiales. Y tambien al precio emocional que los escritores pagan por traficar los bienes y los males que encuentran en el pozo oscuro llamado literatura. Mariana Amato
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