La libertad de expresión es el derecho estructural de la democracia y de la civilización.Desde que nace, el ser humano necesita expresarse. Para llegar a acuerdos, para pactar un sistema político, para el desarrollo de la ciencia. Para todo.A lo largo del tiempo, se han dado diversos argumentos para fundamentarlo. Desde el desarrollo de la ciencia y la busqueda de la verdad, al derecho a desarrollar una vida libre, a la propiedad y el libre mercado de las ideas, hasta la dignidad propia de la naturaleza social y dependiente de toda persona.Sin el derecho a pensar y opinar sin miedo, y estar informados sobre los asuntos de interes publico, hasta el mas precario proyecto democratico seria una fantasia.Los textos juridicos de todo el mundo incorporan este derecho, pero apenas lo desarrollan, sin advertir al interprete que hasta el mas minimo matiz sobre los fundamentos y objetivos que le atribuyamos determinaran contenidos y restricciones muy diferentes.He ahi la importancia de este trabajo: las consecuencias de adherir con mas o menos enfasis a un fundamento u otro nos conduciran a modelos regulatorios completamente diversos.Hasta hace algunos años, el corpus jurisprudencial y doctrinario sobre la materia parecia solido, bastante profundo y muy estable. Casi definitivo. Pero algunos cambios culturales, tensiones politicas, y el dinamismo aportado por internet y las RRSS, han vuelto a poner la comprension misma de libertad de expresion en el centro de la discusion politica, a veces sin conciencia de sus consecuencias ni fundamentos, y el riesgo de que ello significa para muchas de las mayores conquistas civilizatorias logradas hasta ahora, abriendo la puerta, al mismo tiempo, a modelos sociales y politicos completamente diferentes a los hasta ahora conocidos.Ante tamaña aventura, se vuelve necesario volver a revisar los fundamentos primarios de la libertad de expresion, las fortalezas y debilidades de cada uno, las formas en que pueden ser integradas, y la huella fundante que dejan en nuestras vidas y diseños de sociedad.Analizar criticamente los fundamentos esgrimidos a lo largo de la historia y sus principales consecuencias, nos permite recordar tambien que la defensa de cualquier libertad es la defensa de la libertad del otro. Que el reino del buen gusto, de lo etico, y de lo legal (es decir, de lo que debe ser regulado y sancionado por el Estado) son y deben ser del todo diferentes. Y al mismo tiempo, que la libertad de expresion ha sido pensada para asegurar ciertos objetivos de importancia critica para la vida social, entre los cuales no se encuentra, hasta ahora, hacerse cargo de la gestion de las emociones de algunos individuos especificos.El libro que tiene en sus manos es una sintesis de años del autor dedicados a investigar sobre estos temas, e interesara a todos quienes quieran participar en el debate actual sobre la materia, visitando sus fundamentos mas profundos y los principales consensos alcanzados a nivel mundial en cuanto a su contenido y sus limites.
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