Es costumbre en esta nave, en la que se ha convertido Litoral , tener en la mesa, junto a la brújula, la botella y los compases, un breve pensamiento, un verso o una cita que sirva de carta de navegacion durante la travesia. Cuando nos propusimos hacer este viaje insular, despues de una geografica y sentimental decision, lo primero que retumbaba en cubierta eran esas Islas invitadas de Manuel Altolaguirre, un libro aparecido en 1926 en los primeros suplementos de Litoral, cuyo titulo podria ser la bandera de cualquier expedicion donde las islas tuvieran un destino similar al nuestro.Pero tambien escuchabamos el eco de otras islas, aquellas que ambientaron nuestra imaginacion desde pequeños, tierras rodeadas de misterio, aventuras y tesoros. Quizas alli radica esa primera fascinacion por las masas terrestres aisladas por las aguas, dueñas de su destino y de su belleza en innumerables batallas contra el invasor y la naturaleza. A medida que avanzabamos, aparecian en el horizonte islas utopicas miticas, paradisiacas, fantasticas, la postal del arte y la literatura haciendo turismo por todos los mares. Cientos de poemas cuadros y fotografias flotaban en un principio sobre nuestras cabezas, como la isla volante y circular que imagino Jonathan Swift en los viajes de Gulliver , pero en este Litoral en el que estamos siempre hayque llegar al final, no importa si como naufragos o fareros.De todas las islas recogimos pequeñas muestras, mensajes y señales, esa huella que puede dejar la poesia en la arena de los mapas cuando nos adentramos en su busqueda. El itinerario fue circular, como el mundo, con ojos de pajaro o de capitan de velero, pintando los azules y las coordenadas de las costas con el vaiven del viaje.Toda isla es bella, hasta la mas insignificante, las malditas tienen ese terror aislado por las aguas que las hacen estremecedoras, las islas cementerio sobrecogen, las fantasticas y paradisiacas nos elevan por tempestades de palmeras y nubes bajo un sol radiante. Todo ser es una isla esperando a veces un abrazo en el horizonte.Pero tambien estan esas vergonzosas islas prision con historias terribles que degradan al ser humano, o ese septimo continente de islas basura que amenazan de una manera brutal los oceanos del planeta.Pierre Loti ademas de ser el escritor favorito de Marcel Proust y uno de los mas populares de su tiempo, fue un excelente dibujante que retrato en sus viajes numerosas islas remotas, quizas junto a la brujula, los compases y la botella habria que poner estas lineas de Loti cuando lleguemos a puerto.
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