Encuadernado en rústica plastificada y con cubierta azul. Edición de 2001.Este libro no es, propiamente, una historia de la abogacía; tampoco un mero enaltecimiento de la profesión a la que su autor, Luis Martí, abogado, ha dedicado su vida. Se trata, más que nada, de alcanzar una visión global de la función del derecho en la historia desde la perspectiva del papel creciente del abogado como defensor de los valores sustanciales de la persona y de su orden social. He aquí la aventura espiritual apasionante de la abogacía, sin cuyos desvelos la humanidad seguramente no habría superado todavía la fase de la violencia y del sufrimiento social cotidiano.El autor ha reunido los testimonios, no sólo literarios, sino también históricos, de grandes procesos que marcaron sus respectivas épocas de una manera profunda y visible. Ello da una visión muy significativa de la conexión entre las aportaciones de los abogados y la evolución y el proceso civilizador, resaltando su decisivo papel en la implantación del Estado de Derecho como concepto cultural de la teoría y el debate político.
Ahora que Galdós es gozosa actualidad provocada por la conmemoración del centenario de su muerte, viene al caso que, desde todos los ángulos posibles, pongamos en valor la grandeza del escritor y el rango del personaje, a veces inexplicablemente eclipsado. Y, al menos, quienes de alguna manera aprendimos el sabor historico de la España moderna, su lengua y las tribulaciones y peripecias de sus ciudadanos, hemos de aportar lo que podamos a su año memorial, y, en la medida de nuestras fuerzas, mostremos el significado que damos a su vida y a su obra.Como mas adelante veremos, no es mucho el bagaje explicito de materias juridicas en la obra de Galdos. Pero me ha parecido de interes poner nuestra mirada en un episodio de la vida de Galdos que tuvo mucha y muy significativa presentacion juridica y que auno, en una peripecia comun, a dos grandes personajes de su tiempo, consagrados socialmente, y que vivieron juntos el episodio que ocupa estas paginas
El autor de este libro ha sido Decano del Colegio de Abogados de Madrid durante varios lustros. Llevado por el impulso de una vida en gran parte dedicada a la tutela del derecho de defensa, analiza en este libro temas trascendentes para que el proceso penal termine de acoplarse, en su esencia, al significado de la democracia y del Estado de Derecho. El libro analiza cuestiones como el sistema, notoriamente incumplido, de la citacion para la primera declaracion; la forma en que se practican las detenciones, frecuentemente de manera contra legem; las agresiones a la presuncion de inocencia; las dilaciones indebidas que no solo generan indefension sino que significan una agresion directa a la efectiva preservacion de la dignidad humana. Ese panorama revela la necesidad de seguir trabajando para evitar que se perpetue la crisis del derecho de defensa. Tanto el Tribunal Constitucional como el Tribunal Supremo han dictado una jurisprudencia continua y firme: se trata de un derecho esencial reconocido en la Constitucion que debe ser respetado, cualesquiera que sean los crimenes perseguidos, quien quiera que fuese el imputado. Suenan las alarmas ante vulneraciones de derechos basicos que son faciles de proclamar y dificiles de hacer efectivos. Pero cuando la sociedad muestra sus peores caras -terrorismo, corrupcion, violencia de genero, prevaricacion-, la justicia debe enseñar su mejor, mas solida y limpia fachada
LUIS MARTÍ MINGARRO, que fue decano del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid desde 1992 a 2007, recoge en este libro su personal devoción por la profesión de abogado que ejerce desde hace 60 años. En su introduccion explica la integracion en esta edicion de su discurso de ingreso en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislacion de España -que incluye la glosa del maestro Eduardo Garcia de Enterria- y en el que se contempla de manera integradora y apasionada el papel que ha desempeñado el abogado en la historia, y como desde la modestia de un ejercicio profesional pegado a la vida de las gentes, se ha contribuido a la busqueda de la razon y de la civilizacion, a su defensa y a la proclamacion y consolidacion del estado de derecho. El libro incorpora otros dos textos, fruto tambien de la vocacion integradora de Luis Marti Mingarro, que son exponente de la trayectoria comun de la abogacia iberoamericana en la tarea de creacion de un espacio juridico en el que, acogidos al privilegio de nuestra lengua y cultura comunes se pueda alcanzar en paz y en justicia un horizonte de libertades. Leyes y Letras acopia un repertorio de juristas y literatos que en Iberoamerica expresaron la vitalidad de nuestra lengua comun y de la civilizacion que se asienta sobre el derecho tambien com